"Al menos 357 personas fueron detenidas el domingo por la noche en las enfrentamientos entre manifestasnte y las fuerzas de seguridad, surgidas tras las diversas protestas contra el matrimonio homosexual", indicó el ministro francés del Interior, Manuel Valls.
En declaraciones a la prensa, el ministro explicó que los detenidos son "individuos considerados peligrosos", que alteraron la manifestación y atacaron a los agente del orden público, según un reporte de la edición electrónica del diario Le Monde.
Valls explicó que los enfrentamiento se desataron poco antes de que la protesta llegara a su fin, cuando algunos de los manifestantes lanzaron botellas y bombas incendiarias contra los uniformados, que en respuesta les arrojaron bombas ensordecedoras para contenerlos.
El ministro confirmó también que al menos seis personas resultaron heridas en los disturbios, entre ellos cuatro policías, un manifestante y un fotógrafo de una agencia de prensa internacional, quien fue agredido por algunos de los participantes a la protestas.
"Estos incidentes fueron provocados por varios cientos de individuos, más de la extrema derecha... que atacaron violentamente a la policía", indicó Valls, tras destacar que más de cuatro mil 500 policías fueron desplegados para garantizar la seguridad.
El funcionario alabó la labor de las fuerzas de seguridad, "sin ese dispositivo excepcional, hubiera habido más actos de violencia durante la manifestación", subrayó.
Los mayores enfrentamientos se registraron en torno a la explanada de los Inválidos, donde desde tempranas horas miles de personas de todas las edades se congregaron para expresar su rechazo a las bodas gay y la autorización para que puedan adoptar a menores.
Durante la protesta, los manifestantes, que según la policía fueron unos 150 mil, aunque los organizadores aseguran que superaron el millón, condenaron la reciente aprobación de la legalización de las bodas gay e exigieron la renuncia del presidente Francois Hollande.
Al grito "¡Hollande debe dimitir!", miles de personas recorrieron las principales calles del centro de París para expresar su rechazo a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada el 18 de mayo pasado.
La marcha fue organizada por diversas organizaciones católicas y tradicionalistas, que consideran ilegal e injusta la legislación, por atentar contra la naturaleza de las familias, al permitir que parejas de gays y lesbianas eduquen a niños como parejas.
Pese a lo controversia surgida y las masivas manifestaciones, este lunes siguen en marcha los preparativos para la primera boda gay de Francia, entre dos hombres de la ciudad meridional de Montpellier, prevista para el miércoles próximo.
Fuente: laopinion.com
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