Nueva York, 10 may (EFE).- El rascacielos One World Trade Center tocó ayer el cielo de Nueva York al quedar instalada la antena que lo convierte oficialmente en el techo de América, más de once años después de que los terroristas cambiaran para siempre la silueta de la Gran Manzana.
Los operarios de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey instalaron a primera hora de la mañana la antena con forma de espiral que eleva la altura del imponente edificio hasta 541 metros, en honor al año de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
Oficinistas y curiosos se acercaron otra vez hasta la zona cero para presenciar otro pedazo de la historia reciente de Nueva York, y el momento se vivió con emoción ya que para muchos neoyorquinos el One World Trade Center es la mejor respuesta a los terroristas que derrumbaron las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
La instalación de la antena en lo alto del edificio, que alguna vez se llamó ‘Freedom Tower‘, se pudo ver en directo en las pantallas gigantes de Times Square o a través de la redes sociales, donde ‘hashtags‘ (etiquetas) como #NeverForget o #OneWTC se convertieron en ‘trending topics‘ (temas del momento) de la mañana.
La semana pasada los operarios habían alzado la antena, que pesa unas 800 toneladas y mide unos 124 metros, hasta una plataforma en el techo del rascacielos en un día que también estuvo cargado de gran simbolismo porque coincidió con el segundo aniversario de la muerte de Osama Bin Laden.
Una vez convertido en el edificio más alto del continente americano, ahora los operarios deberán concluir las obras para que pueda abrir oficialmente sus puertas el próximo año, donde se instalarán empresas como la editorial Conde Nast o la firma Vantone Holdings China Center.
Las obras del rascacielos, de 104 plantas, comenzaron en 2006 y desde entonces la factura ha ido subiendo hasta unos 3.000 millones de dólares, según los últimos cálculos oficiales que incluyen la aguja, que servirá de antena de telecomunicaciones y podrá verse a más de kilómetros de distancia gracias a luz LED.
Mientras, a escasos metros del lugar donde se alza el One World Trade Center, continúan las obras de la nueva terminal de transportes diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, que costará unos 3.800 millones de dólares y que puede estar lista para 2014.
La estación se convertirá en la tercera terminal más grande de la Gran Manzana, después de las emblemáticas Grand Central y Penn Station, con trece líneas de metro y una parada del Port Authority Trans-Hudson (PATH), el tren de cercanías que atraviesa el Hudson para conectar la ciudad de Nueva York con el estado de Nueva Jersey.
El lugar exacto donde se alzaban las Torres Gemelas se transformó en un memorial en recuerdo a las víctimas del 11-S, coincidiendo con el décimo aniversario de los atentados, presidido por dos enormes piscinas y un bosque de árboles, y los nombres de las víctimas impresos en bronce.
Los operarios de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey instalaron a primera hora de la mañana la antena con forma de espiral que eleva la altura del imponente edificio hasta 541 metros, en honor al año de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
Oficinistas y curiosos se acercaron otra vez hasta la zona cero para presenciar otro pedazo de la historia reciente de Nueva York, y el momento se vivió con emoción ya que para muchos neoyorquinos el One World Trade Center es la mejor respuesta a los terroristas que derrumbaron las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
La instalación de la antena en lo alto del edificio, que alguna vez se llamó ‘Freedom Tower‘, se pudo ver en directo en las pantallas gigantes de Times Square o a través de la redes sociales, donde ‘hashtags‘ (etiquetas) como #NeverForget o #OneWTC se convertieron en ‘trending topics‘ (temas del momento) de la mañana.
La semana pasada los operarios habían alzado la antena, que pesa unas 800 toneladas y mide unos 124 metros, hasta una plataforma en el techo del rascacielos en un día que también estuvo cargado de gran simbolismo porque coincidió con el segundo aniversario de la muerte de Osama Bin Laden.
Una vez convertido en el edificio más alto del continente americano, ahora los operarios deberán concluir las obras para que pueda abrir oficialmente sus puertas el próximo año, donde se instalarán empresas como la editorial Conde Nast o la firma Vantone Holdings China Center.
Las obras del rascacielos, de 104 plantas, comenzaron en 2006 y desde entonces la factura ha ido subiendo hasta unos 3.000 millones de dólares, según los últimos cálculos oficiales que incluyen la aguja, que servirá de antena de telecomunicaciones y podrá verse a más de kilómetros de distancia gracias a luz LED.
Mientras, a escasos metros del lugar donde se alza el One World Trade Center, continúan las obras de la nueva terminal de transportes diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, que costará unos 3.800 millones de dólares y que puede estar lista para 2014.
La estación se convertirá en la tercera terminal más grande de la Gran Manzana, después de las emblemáticas Grand Central y Penn Station, con trece líneas de metro y una parada del Port Authority Trans-Hudson (PATH), el tren de cercanías que atraviesa el Hudson para conectar la ciudad de Nueva York con el estado de Nueva Jersey.
El lugar exacto donde se alzaban las Torres Gemelas se transformó en un memorial en recuerdo a las víctimas del 11-S, coincidiendo con el décimo aniversario de los atentados, presidido por dos enormes piscinas y un bosque de árboles, y los nombres de las víctimas impresos en bronce.
Fuente: eltribuno.info
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