Militantes del Estado Islámico están preocupados por las recientes bajas que sufrieron y buscan a un hombre, que sería el único responsable.
Blanco: ISIS |
La última supuesta víctima ha sido el jefe del Estado Islámico en Libia, Abdulah Hamad al Ansari. Esta baja ha sido el tercer caso en una serie de asesinatos de líderes del Estado Islámico que ha tenido lugar en las últimas semanas.
Al Ansari cayó bajo las balas de un desconocido francotirador cuando salía de una mezquita en la ciudad de Sirte, Libia. Pese a que lo trasladaron a un hospital enseguida, el líder yihadista no sobrevivió el ataque, informa Libya Herald.
La búsqueda del francotirador por los miembros del ISIS no ha arrojado resultados. Aunque los detalles sobre los primeros blancos del francotirador son difíciles de confirmar, el pasado 13 de enero se dio a conocer información sobre el asesinato del sudanés Hamad Abdel Hady, conocido como Abu Anas al Muhajer, quien fue ultimado a tiros nada más llegar a un centro de asistencia médica situado frente a un parque en Sirte.
"El estado de terror se instaló entre las filas del EI después de la muerte de al Muhajer, disparan al aire para atemorizar a la población mientras buscan al francotirador", publicó Libya Prospect citando a fuentes locales. El 19 de enero otro supuesto líder del EI, Abu Mohamed al Dernawi, recibió un balazo en la cabeza cerca de la ciudad de Hawara, situada a 70 kilómetros de Sirte. El periodista italiano Daniele Raineri sostiene que los tres asesinatos están conectados entre sí y que fueron perpetrados por la misma persona. También recuerda que en julio del año pasado alguien asesinó de la misma manera a Husein al Karami, un líder religioso del Estado Islámico cuando salía de una mezquita.
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