Berlín, Alemania.- Las catástrofes naturales de 2015 costaron más vidas que en el año anterior pero provocaron menos daños y costaron menos, reveló el lunes la aseguradora alemana Munich Re en su informe anual.
El peor desastre fue el sismo que sacudió Nepal en abril y que dejó 9.000 víctimas. La ola de calor que golpeó India y Pakistán en mayo y junio y la que llegó a Europa quedaron justo por detrás, con 3.670 y 1.250 muertos, respectivamente.
En cuanto a daños, por el contrario, el 2015 fue un “buen” año, con el coste menos elevado desde 2009: 90.000 millones de dólares, frente a 110.000 millones del año anterior. La media de las últimas tres décadas estaba en 130.000 millones de dólares al año.
Muchos de los ciclones tropicales de 2015 se produjeron en regiones poco pobladas, y en el Atlántico Norte el fenómeno El Niño ejerció de barrera frente a las grandes tormentas, explicó el grupo en un comunicado.
Pero “el importe de los daños no debe incitar a bajar la guardia”, advirtió la aseguradora.
Tras El Niño, ¿La Niña?
“Los científicos parten del principio de que la fase actual de El Niño podría ser seguida en los años venideros por lo contrario, es decir, una fase de La Niña”, que favorecería por ejemplo la formación de huracanes en el Atlántico Norte, explica en el comunicado Peter Hoppe, jefe de la división de Geo Risks Research del grupo.
El Niño, un fenómeno natural periódico provocado por un cambio de sentido de los vientos alisios sobre el Pacífico ecuatorial, fue particularmente marcado el año pasado, contribuyendo a hacer de 2015 un año extraordinariamente cálido, con sequías y olas de calor, haciendo más visibles los efectos del cambio climático.
De los 90.000 millones de dólares en daños, unos 27.000 estaban asegurados, según Munich Re.
Como todos los años, es en los países industrializados donde la tasa de asegurados era más fuerte.
Los daños provocados por la ola de frío en Estados Unidos a principios de año, la tormenta Niklas en Europa o los incendios en California se encuentran entre los mayores costes para las aseguradoras, mientras que solo una pequeña parte de los daños causados por el sismo de Nepal estaban cubiertos (210 millones de dólares de un total de 4.800 millones).
En 2015, la gran mayoría de las catástrofes (94%) tuvieron un origen meteorológico y aunque muchas estaban relacionadas con El Niño, los efectos del cambio climático se dejaron sentir igualmente. Por ejemplo, las recientes inundaciones en el Norte de Inglaterra fueron consecuencia de una meteorología inusualmente cálida y de lluvias torrenciales. Según una primera estimación de Munich Re, podrían costar más de 1.000 millones de euros.
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