Timerman, al frente de una nutrida delegación argentina que viajó hasta la ONU, reiteró otra vez la disposición de su país para sentarse en la mesa de negociación con los británicos, pero advirtió de que "lamentablemente" el fin de la controversia sobre la soberanía de las Malvinas "está aún secuestrado en Londres".
El ministro aprovechó su intervención en el comité -y después en un encuentro con la prensa- para restar validez al referéndum que se celebró en marzo, en el que sus habitantes votaron masivamente por mantener el estatus del archipiélago como territorio de ultramar dependiente del Reino Unido.
"Es un instrumento de propaganda (...) no fue reconocido por ningún país", dijo Timerman, quien añadió que en Malvinas "hay menos británicos que en Palermo", el barrio de Buenos Aires donde vive, tras lo cual acusó a Londres de "escudarse" en una "alegada voluntad de la población que implantó en territorio argentino".
Así, tras subrayar que el conflicto por las Malvinas es una cuestión de "integridad territorial y no de libre determinación", insistió en que la disputa de soberanía no es solo una controversia bilateral, sino que se trata de una causa "regional y global" que tiene que abordarse.
Timerman destacó que "no hay un solo país en el mundo" que haya aceptado la posición de Londres, "ni sus principales aliados, ni sus socios y ni sus vecinos", y lamentó que su homólogo británico esté "demasiado ocupado" para recibirle. "¿Por qué? Porque no tiene nada que decir, no tiene un solo argumento, y por eso me rehuye", dijo.
Por otro lado, reiteró que su país rechaza la exploración de los recursos de hidrocarburos en aguas del Atlántico Sur. "No se trata de un pequeño territorio. (Londres) Ocupa las Malvinas por su valor estratégico y para la expropiación ilegítima de sus recursos naturales", denunció.
El Comité de Descolonización, en una resolución patrocinada por Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela y aprobada por consenso, pidió hoy de nuevo a Reino Unido y Argentina que reanuden las negociaciones para encontrar "a la mayor brevedad posible" una solución "pacífica" a la disputa sobre la soberanía de las Malvinas.
Ausente de la sala, el embajador británico, Mark Lyall Grant, respondió después ante la prensa que ese comité "está anticuado" y "desconectado" del pueblo de las islas, al no tener en cuenta la voluntad de los isleños reflejada en el resultado del referéndum celebrado a primeros de marzo.
Preguntado acerca de una posible mediación del Vaticano, el embajador británico consideró "improbable que la religión pueda ayudar a resolver nada", mientras que Timerman volvió a recordar "que el papa Francisco, siendo el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, dijo que las Malvinas son argentinas".
Previamente hablaron los legisladores malvinenses Sharon Halford y Mike Summers, quienes volvieron a defender la validez del referéndum. "El derecho a la libre determinación que nos ampara es inequívoco. Estamos contentos con nuestra actual relación con el Reino Unido", dijo Halford.
Por su parte, Summers reiteró que los malvinenses tienen derecho a decidir y a ser escuchados "y negarlo sería una violación de los derechos humanos", tras lo cual volvió a invitar a los miembros del comité a que visiten las islas. "Vengas a visitarnos, vean quiénes somos y cómo vivimos", recalcó el legislador.
También intervinieron Alejandro Betts, un argentino nacido en las Malvinas, y María Angélica Vernet, tataranieta de Luis Vernet, la autoridad argentina cuando la invasión británica en 1833, quienes criticaron la actitud "paternalista" de Londres y denunciaron que las islas no está administradas por isleños.
Fuente: EFE/Google
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